Durante décadas, incluso siglos, solíamos creer que el ejercicio era la mejor receta para perder peso, pero no podríamos estar más equivocados. Estudio tras estudio demuestra que el ejercicio es absolutamente inútil cuando se trata de perder peso, ya que cumple un propósito completamente diferente.
Entonces, ¿qué pasa exactamente cuando comienzas a hacer ejercicio? Por supuesto, tiene muchos beneficios fisiológicos, pero no se comparan con los efectos psicológicos. El ejercicio es como una píldora mágica para tu cerebro, aumenta tu capacidad cerebral de una manera que no te imaginas. En su mayoría, porque aumenta tus niveles de dopamina, ¡casi como lo hace la cocaína!
La dopamina es una célula cerebral responsable de tu nivel de motivación. Cuando te sientes cansado y perezoso, y no tienes ganas de hacer nada, es porque tu nivel de dopamina está bajo. Es por eso que cuando haces ejercicio, en lugar de sentirte cansado, de repente quieres lograr otras cosas y te sientes con mucha más energía. Pero no se detiene ahí, el ejercicio también aumenta directamente tus niveles de serotonina, otra célula cerebral que reduce tu nivel de estrés y te mantiene alejado de la depresión.
Entonces, si estás triste, enojado o ansioso, ir al gimnasio es exactamente lo que debes hacer. Te darás cuenta instantáneamente de cómo tu cerebro de repente comienza a funcionar más rápido, porque la parte de tu cerebro responsable de la memoria y el aprendizaje tiene el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), y se desencadena cuando tu sangre bombea más rápido de lo habitual. ¿No es genial?
Pero lo que es aún más fascinante que eso es que incluso si haces ejercicio por primera vez en tu vida, aún aumentará tu capacidad de atención, lo que significa que finalmente tendrás la fuerza de voluntad para apartar tu teléfono, bloquear Facebook, YouTube e Instagram, y concentrarte en esa tarea en la que has estado procrastinando.
Si logras hacer ejercicio al menos tres horas a la semana, reducirás tu riesgo de ataque cardíaco, diabetes, accidente cerebrovascular e incluso cáncer. De hecho, puedes esperar vivir al menos cinco años más que si no haces ejercicio en absoluto.
Si eres de esas personas que necesitan pasar horas en la cama antes de quedarte dormido, entonces felicidades, a partir de ahora te vas a dormir más rápido de lo que piensas. Los beneficios del ejercicio no se detienen aquí, pero este artículo sí. Si te ha gustado, asegúrate de suscribirte y compartirlo con tus amigos. Gracias por leer y nos vemos en el próximo.
