La aplicación más descargada en la historia de los juegos móviles, sí lo adivinaste, es Angry Birds. No es otra aplicación en la App Store, por supuesto que comenzó allí, pero la aplicación tuvo tanto éxito que la compañía que la creó se hizo pública y fue valorada en más de mil millones de dólares. Es increíble cómo un simple juego en la App Store convirtió a sus fundadores en algunas de las personas más ricas del planeta. No hay muchas aplicaciones que valgan más de mil millones de dólares, por eso echemos un vistazo a cómo estos chicos construyeron una aplicación multimillonaria.
En enero de 2014, el número de descargas en todos los dispositivos superó los dos mil millones. Es posible que no sean tan populares hoy en día, pero rompieron todos los récords en su momento. En 2012 obtuvieron más de ciento cincuenta millones de dólares en ingresos y unos años después el crecimiento no se detuvo en absoluto. En 2017 duplicaron esa cifra y obtuvieron casi trescientos millones de dólares en ingresos. Estas cifras son increíbles, considerando que es solo un juego simple en la App Store y Google Play.
Sin embargo, no siempre fue todo color de rosa. De hecho, la compañía estuvo al borde de la quiebra en 2009 y casi no lo logra en absoluto. Así que echemos un vistazo a la historia. Angry Birds no fue el primer, segundo o incluso tercer juego de la empresa. La compañía había creado 51 juegos anteriormente, pero ninguno de ellos funcionó antes de que cerraran y declararan la bancarrota. Decidieron intentarlo una vez más. Esta vez no había margen de error. Tenían que concentrar todos sus recursos y construir un juego que funcionara. Tras varias ideas, eligieron el pequeño Angry Bird. Utilizando sus experiencias y las lecciones que habían aprendido de los fracasos del pasado, crearon un juego simple que fuera divertido y adictivo. No olvidemos que tenían presupuesto limitado.
Cuando el juego se lanzó, probablemente era uno de los más sencillos y el modelo de negocio era aún más simple. Había una versión de pago en la App Store por menos de un euro y una versión gratuita en Google Play con anuncios. Sin embargo, los fundadores no se enfocaron en obtener ganancias, sino en la retención de audiencia. Obtener ganancias era secundario en la lista. Esta fue la razón por la cual pudieron mantener a la mayoría de sus usuarios interesados en la aplicación durante períodos mucho más largos. Se aseguraron de que siempre hubiera actualizaciones disponibles y de que los usuarios disfrutaran de la aplicación. La empresa generó más de cien millones de dólares en ingresos, pero solo registró siete millones de dólares en ganancias, ya que el resto se reinvertió en la compañía para brindar a los usuarios la mejor experiencia posible. Y parece que su estrategia a largo plazo dio sus frutos.
Cuando los fundadores se dieron cuenta de que Angry Birds se había convertido en algo más que una simple aplicación, sino en una marca establecida por sí misma, aprovecharon la situación. En 2013 lanzaron Angry Birds Toons, una serie animada basada en el juego. La serie fue tan exitosa que incluso se transmitió en Netflix y en muchas otras plataformas. De hecho, solo en su primer año tuvo más de mil millones de vistas. Por supuesto, no se detuvieron allí. Lanzaron Angry Birds on the Run, Angry Birds Movie en 2016, Angry Birds Star Wars, y así sucesivamente. Y, por supuesto, tienen su propia mercancía que vende desde juguetes hasta camisetas. Puede que no parezca una gran fuente de ingresos, pero solo imagina cuánto ha ganado la compañía al vender más de diez millones de camisetas de Angry Birds, por ejemplo. Aprovecharon al máximo el potencial de monetización del juego.
Angry Birds es una prueba viviente de que el éxito no llega de la noche a la mañana. Incluso si fallas en tu décimo o duodécimo intento, no significa que hayas fracasado. El fracaso es cuando te rindes. Recuerda que Angry Birds fue su intento número 52. Pero aquí está la clave: no deberías intentarlo de nuevo con las mismas herramientas y de la misma manera, esperando resultados diferentes. Ahí es cuando entramos en la locura, según Einstein. ¿Qué tal si mejoras tus habilidades primero y luego lo intentas una vez más?
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