Por qué el capitalismo es el mejor sistema que hemos tenido

Si observamos la distribución mundial de la riqueza, el 10% más rico posee el 86% de toda la riqueza, mientras que el otro 90% posee el resto. De hecho, en los últimos 10 años, el número de multimillonarios se ha duplicado, con un nuevo multimillonario creado cada dos días en 2018. Solo ese año, la riqueza de los multimillonarios del mundo aumentó en novecientos mil millones de dólares.

Cuando observamos estas cifras, parece que el capitalismo ha creado la sociedad más injusta de la historia humana. Estas gigantes corporaciones no se preocupan más que por ganar dinero a expensas de los demás y del medio ambiente. Y esto puede ser cierto hasta cierto punto, pero créanlo o no, a pesar de todas sus debilidades, el capitalismo es el mejor sistema que jamás hayamos tenido.

En gran parte de la historia humana, todo el mundo vivía en una pobreza extrema, siendo los agricultores la única excepción junto al rey y las personas de su entorno. Así era en todos los demás países. Sin embargo, con la Revolución Industrial y el surgimiento del capitalismo, eso comenzó a cambiar y en los próximos siglos hemos logrado más progreso que en los últimos miles de años. De hecho, según el Banco Mundial, en 25 años, desde 1990 a 2015, más de mil millones de personas salieron de la pobreza extrema y la tasa de pobreza global es ahora la más baja de la historia. Es uno de los mayores logros de nuestro tiempo y para el año 2030, el mundo tiene como objetivo poner fin a la pobreza extrema para siempre, y eso se debe en su mayoría al capitalismo.

Desde la caída de la Unión Soviética, cada vez más países han adoptado el libre mercado y se han abierto al mundo, lo que ha brindado a miles de millones de personas en todo el mundo la oportunidad de mejorar sus vidas. Sin embargo, por mucho que lo intentemos, siempre existirá la desigualdad de riqueza mientras haya libre mercado, ya que habrá competencia.

Las personas son diferentes; algunos están dispuestos a trabajar 40 horas a la semana, mientras que otros lo están a hacer 80, y algunos simplemente no quieren trabajar y prefieren ver Netflix todo el día. No todos tienen la capacidad para construir una carrera próspera. No todos están dispuestos a invertir tiempo y esfuerzo para adquirir conocimientos financieros y tomar las decisiones de inversión adecuadas. De hecho, algunas personas son simplemente descuidadas y se endeudan fácilmente, y pagarán esa deuda por el resto de sus vidas.

Por otro lado, es posible que hayas nacido en una familia adinerada y que tu camino hacia el éxito y la riqueza sea mucho más fácil. Y es por eso que la gente odia el capitalismo. La libertad es genial si eres disciplinado, inteligente y sabio, ya que estarás por delante de todos los demás. Pero si no lo eres, probablemente tengas una vida mediocre.

Sin embargo, la única alternativa que tenemos es el socialismo, y está demostrado que es una idea horrible. Suena grandioso y noble, por eso a muchas personas les resulta atractivo, pero en la práctica siempre ha sido un desastre.

Cada vez que el gobierno interviene en la economía e intenta distribuir la riqueza de manera justa, termina perjudicando a las mismas personas a las que pretende ayudar. Incluso en el país más capitalista del mundo, Estados Unidos, hubo una vez una época en la que la educación era muy asequible. Sin embargo, el gobierno quería ayudar a más personas a obtener educación para que pudieran tener un mejor trabajo y una vida próspera. Así que comenzó a proporcionar ayuda y préstamos estudiantiles a cualquiera que quisiera ir a la universidad. Esto parecía una buena acción, imaginemos cuántas personas se podrían haber librado de la pobreza.

Sin embargo, terminó perjudicando a los estudiantes y a las personas comunes. Cuando las universidades se dieron cuenta de que el gobierno estaba ayudando a estos jóvenes de 18 años a pagar la universidad, comenzaron a subir lentamente sus precios. De hecho, comenzaron a construir edificios lujosos, estadios gigantes para atraer a más estudiantes, lo que aumentó aún más las tasas de matrícula. Pero eso no importaba porque el gobierno estaba dispuesto a pagar por todo. Hoy en día, la universidad es tan cara que la mayoría de las personas que asisten terminan siendo más pobres porque tendrán que pagar sus deudas estudiantiles durante años. Especialmente cuando no pueden ni siquiera incumplir con los pagos.

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