Recuerdo cuando era adolescente y me encontré con estas pinturas. Me parecieron atractivas, pero realmente no entendía por qué eran tan importantes. Sin embargo, cuando supe cuánto costaban realmente, quedé absolutamente impactado. Déjame preguntarte, ¿cuánto crees que cuesta esta obra? ¿Unos miles de dólares, tal vez cien mil dólares? ¿Qué tal un par de millones? Pues, aunque parezca increíble, en 2017 se vendió por una asombrosa cifra de 450 millones de dólares, convirtiéndose en la pintura más cara vendida en una subasta.
Pero, ¿cómo llegaron a esa cifra? No hay un mecanismo específico para determinar exactamente cuánto debe costar una pintura. Sin embargo, existen ciertos factores que podrían afectar su precio, por eso se venden en subastas y quien esté dispuesto a pagar más, se llevará a casa la pintura.
El factor más importante: el año de la obra
El primer y más importante factor que eleva el precio de una obra de arte es el año en que fue pintada. Cuanto más antigua sea, más cara será. Salvator Mundi fue pintado por da Vinci en 1504. A lo largo de cinco siglos, ha pasado por las manos de las élites de Europa y de alguna manera ha sobrevivido hasta nuestros días, lo que lo hace aún más valioso.
El nombre del artista también importa
El nombre del artista también es importante. Da Vinci es famoso por sus obras maestras, fue científico, inventor, matemático, historiador, ingeniero, arquitecto, pintor y escritor, entre otras cosas. Pero lo más importante es que es el autor de la pintura más famosa del mundo, Mona Lisa, lo que automáticamente eleva el valor de todas sus otras pinturas, incluyendo Salvator Mundi.
Dado que estas pinturas son tan antiguas, no siempre se han protegido correctamente. Quiero decir, no siempre han sido tan valiosas como lo son hoy. Muchas de ellas han sufrido daños en múltiples ocasiones y se ha invertido mucho dinero y tiempo en su restauración. Desde que se subastó en 1763, Salvator Mundi desapareció de los registros durante más de un siglo, hasta que fue comprado por un coleccionista británico en 1900. La pintura estaba dañada por intentos de restauración anteriores y se atribuyó a un seguidor de Leonardo, pero luego de numerosos análisis se confirmó su autoría por parte de Da Vinci, lo que disparó su precio.
Esa es solo una parte de la historia. La verdadera razón por la cual una obra de arte que parece haber sido pintada por un niño se vende de repente por millones de dólares tiene que ver con cómo los multimillonarios evitan pagar impuestos. Imagina que eres multimillonario y compras una obra de arte en el mercado primario por 1.000.000 de dólares y la cuelgas en la pared de tu oficina. Después de cinco años, ganas 22 millones de dólares. No tendrás que pagar muchos impuestos por eso. Sin embargo, aquí está la forma en que puedes evitarlos.
Recuerda la obra que compraste por 1.000.000 de dólares, sorprendentemente ahora vale 7 millones de dólares. Su valor ha aumentado en los últimos cinco años. Dado que eres una persona generosa, decides donar esa obra de arte a tu museo favorito y deduces esos 7 millones de dólares como una donación caritativa de tus ingresos de 22 millones de dólares. Ahora solo pagarás impuestos sobre 15 millones de dólares. Felicitaciones, has ahorrado millones de dólares en impuestos. Los medios de comunicación difunden la noticia de lo generoso que eres y el museo pone tu nombre junto a la pintura para que todos sepan que fuiste tú quien la donó.
En mi humilde opinión, aquí radica la verdadera razón por la cual el arte es tan caro. El arte es maravilloso, sin embargo, su alto precio no tiene nada que ver con el arte en sí. Las élites de la sociedad utilizan el arte para evitar impuestos y mejorar su imagen.
