Cómo Somos Manipulados

¿Alguna vez te has preguntado cómo las personas en el poder manipulan a las masas? Probablemente has sido víctima de ello sin darte cuenta. Pero, ¿cómo funciona exactamente la manipulación?

Imagina que tenemos una verdad y una mentira. Nuestro trabajo es alejar la verdad de la vista de la persona que estamos tratando de manipular. No necesariamente tenemos que deshacernos de la verdad, simplemente podemos distraer a la gente haciéndoles prestar atención a otra cosa. Sin embargo, los seres humanos buscan naturalmente y analizan lo que se les presenta. Si dejas a alguien con una mentira, al final del día, la mente humana encontrará una alternativa.

Pero lo fascinante es que cuando separas la mentira en dos partes, todo cambia. La mente humana comienza a pensar que una de ellas es la verdad, por lo que elige la mejor opción y cree haber encontrado la verdad, cuando en realidad es solo otra mentira.

Por ejemplo, nos dicen que debemos deshacernos de los inmigrantes para recuperar nuestros trabajos, o mantenerlos y quedarnos desempleados. La elección es tuya. Pero no te dicen que puedes tener ambas cosas. Manipulan tu mente para que elijas entre dos soluciones completas. Si alguien cae en esta manipulación, no se preguntaría por qué tiene que elegir.

El alcance de esta manipulación se extiende más de lo que piensas. Te dicen que debes elegir entre el socialismo o el capitalismo. Pero no te dicen que ninguno de estos sistemas puede existir sin el otro. A lo largo del último siglo, el mundo entero se dividió debido a la fe.

Te dicen que puedes intentar hacerte rico y ser feliz, o conformarte con una vida promedio y ser feliz, porque eventualmente el dinero no puede comprar la felicidad. Pero no te dicen que puedes ser súper rico y súper feliz al mismo tiempo.

Esto se logra a menudo a través de tres pasos. Primero, se crea artificialmente un problema que atrae la atención. «Los malos» al otro lado del mundo nos quieren destruir si no hacemos algo al respecto. Este ruido atrae a las personas. El problema puede ser real, pero a menudo es muy exagerado.

Luego, se nos presentan dos soluciones. Podemos vivir en paz pero bajo amenaza, o hacer que los países del problema se enfrenten directamente. Por último, se crean dos pequeños grupos de personas que generarán mucho ruido. Uno apasionadamente apoya la guerra, mientras que el otro promueve la paz, dividiendo así a toda la sociedad.

Ninguna de estas opciones es buena para la sociedad, solo benefician a los políticos y a las personas en el poder. Este método se utiliza a menudo para distraer a las personas de los problemas reales, pero también como estrategia de marketing. Las corporaciones crean artificialmente problemas para hacer ruido y llamar la atención sobre sus productos y aumentar sus ventas.

Hay innumerables ejemplos, pero este artículo tiene que terminar. Gracias por leer y nos vemos en el próximo.

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