De vez en cuando, todos nos sentimos como si estuviéramos malgastando nuestra vida. Sabes ese momento en el que te sientes como el ser humano más insignificante que existe. Primero y ante todo, llegará el mediodía y lo único que has hecho desde entonces es ver Netflix, relajarte en el sofá y desplazarte por Instagram. No estás motivado para hacer nada significativo, pero eso no significa que no tengas que hacer nada. Simplemente estás procrastinando, aunque sabes que eso está completamente mal. Pero por alguna razón, no puedes levantar tu trasero perezoso y hacer algo. Tengo buenas noticias para ti, no eres el único así. Yo tenía el mismo problema y, afortunadamente, lo resolví. Por eso, en este video, compartiré contigo cuatro estrategias para que nunca vuelvas a sentirte así.
1. Gestiona tu sueño
El sueño es subestimado. Es posible que no te des cuenta, pero el sueño tiene el mayor impacto en tu productividad. La parte más importante de ti es tu cerebro. Cuanto más eficientemente funcione, más productivo serás. Pero, ¿qué tiene que ver eso con el sueño? Mucho. Cuando duermes, tu cerebro ordena toda la información que ha estado recibiendo durante el día. En otras palabras, saca la información de la cesta y la organiza en los estantes correctos. Por eso, cuando te despiertas, te sientes fresco, porque toda la información se ha trasladado a tu memoria a largo plazo y ahora estás listo para recibir nueva información. Pero cuando duermes en diferentes momentos y te levantas a diferentes horas, se vuelve difícil para el cerebro manejar toda esa información en tu mente. Con ese desorden, te sentirás cansado, perezoso y comenzarás a procrastinar. Se necesitan tres días para establecer tu rutina de sueño y asegurarte de dormir por la noche. De repente, te encontrarás emocionado cada mañana.
2. Haz algo
Nada es más desmotivador que intentar trabajar durante todo el día y no lograr nada. Cuando te esfuerzas durante horas pero parece que nada funciona. Cuando intentas terminar ese proyecto y terminas sin lograr nada. Ni siquiera puedes encontrar la idea para el próximo video, olvidando escribir el guion. Al final del día, me siento sin valor porque parece que simplemente he malgastado mi día. Para compensar eso, intento hacer al menos una cosa para evitar esa sensación. Por eso, voy al gimnasio todas las noches y hago ejercicio durante una hora, porque eso me hace sentir como si hubiera hecho algo productivo hoy. Construye un hábito que te dé una sensación de logro y asegúrate de practicarlo todos los días, como leer un capítulo de un libro o salir a correr cada mañana. De esta manera, independientemente de lo improductivo que sea tu día, al final del día no sentirás que has desperdiciado tu tiempo.
3. Sal de tu habitación
Recuerdo cuando comencé la universidad, mis días menos productivos eran los fines de semana. Eran los días en los que procrastinaba con más frecuencia y sentía que estaba malgastando mi vida. Era como un misterio para mí, pero afortunadamente, lo descubrí. Durante los días laborales, iría a clase, conocería a mis amigos y cambiaría constantemente de ubicación, conociendo a diferentes personas. Pero durante los fines de semana, prácticamente no salía de mi habitación. Me despertaba en mi habitación, desayunaba en mi habitación, trabajaba en esa habitación, hacía ejercicio en esa habitación. Eso creó en mí la sensación de soledad y ansiedad. No permitas que tu habitación se convierta en tu propio mundo. Trata de salir más a menudo, salir con amigos, dar un paseo. Esa diversidad te llenará de energía.
4. Eres lo que comes
Lo que a menudo descuidamos es el impacto de la comida que comemos. Está claro que eres lo que comes. Por supuesto, tu cerebro está compuesto en su mayoría de agua, pero también contiene grasas, proteínas, aminoácidos y glucosa. Cada uno de estos componentes tiene un efecto directo en tu estado de ánimo y nivel de energía. Así que si te sientes cansado y procrastinando, eso podría ser el resultado directo de la comida que acabas de comer. Si tienes dificultades para conciliar el sueño por la noche, podría ser por la bebida que tomaste hace una hora. No te sorprendas si te sientes perezoso si constantemente bebes refrescos y comes dulces. No consumas basura que parezca deliciosa. Reduce el consumo de azúcar, porque es tan malo como el alcohol. No tienes idea de los horribles efectos negativos que tiene. Ten cuidado con lo que comes y te sentirás mucho mejor.
Es normal sentirse decaído de vez en cuando, eso es parte de nuestra naturaleza. Pero con estos consejos, puedes reducir significativamente esa sensación y hacer tu vida mucho más interesante. Recuerda que tienes el control de tus emociones, simplemente necesitas llevar un estilo de vida saludable. Ahora es tu turno, ¿con qué frecuencia te sientes como si estuvieras malgastando tu vida y qué haces al respecto? Déjame saber en los comentarios a continuación, y como siempre, dale al botón de «Me gusta» si has disfrutado de este video. Y si no quieres perderte el próximo video, ¡entonces haz clic en el botón de suscribirse y en la campana al lado! Gracias por ver y nos vemos en el próximo.