Existe la idea de que es el dinero lo que hace rico a la gente adinerada, pero eso es incorrecto. No es el dinero lo que hace rico a la gente adinerada, aunque parezca que sí. En realidad, es la mentalidad la que necesita la gente para volverse rica. De hecho, hay una gran diferencia en la mentalidad entre las personas ricas y las personas pobres, que las personas pobres no se dan cuenta realmente. La mayoría de las personas piensan que para volverse ricos, necesitan hacer esto y aquello, pero nunca piensan en cambiar su mentalidad, por eso siguen siendo pobres, incluso cuando trabajan duro. Y mientras tengas la mentalidad de una persona pobre, no importa cuántas oportunidades se te den, todas ellas perecerán simplemente porque no tienes la mentalidad de una persona rica. Esa es la razón exacta por la cual muchas personas que ganan la lotería quedan en bancarrota al año siguiente. Tendrán un año de vida de Hollywood con ese millón de dólares, pero luego volverán a ser como antes. Por otro lado, los millonarios que se declaran en bancarrota por cualquier motivo que sea, los encontrarás de vuelta con millones en cuestión de pocos años, porque la mentalidad de estas dos personas es completamente diferente.
Imagínalo de esta manera: hay dos árboles. Los frutos del primer árbol tienen un sabor absolutamente horrible, mientras que los frutos del segundo árbol tienen un sabor increíble. En esta situación, lo que la mayoría de las personas hacen es centrarse en el fruto en sí mismo, cuando en realidad deberían centrarse en la semilla, porque los frutos son el resultado de esa semilla. Tus frutos tendrán un sabor tan malo mientras la semilla sea mala, y la semilla es la mentalidad. Veamos algunas de las formas en las que la gente rica piensa de manera diferente a las personas pobres.
1. La gente rica elige ser remunerada en base a resultados; las personas pobres eligen ser remuneradas en base a tiempo.
Suelo escuchar a la gente decir, especialmente a aquellos con altas cualificaciones: «Merezco que me paguen más, tengo un máster en economía de tal y cual escuela y no voy a ir a trabajar por unas monedas». Esa es la mentalidad de una persona pobre, piensa que debería ser remunerada porque ha pasado mucho tiempo obteniendo ese título. Por otro lado, una persona rica piensa de esta manera: «A nadie le importa qué título tengo, a nadie le importa cuántas horas trabajo. Lo único que importa es el resultado final». Permíteme preguntarte algo, ¿realmente tienes que ver este video solo porque he pasado 40 horas creándolo? ¡A quién le importa incluso si he pasado 100 horas creándolo! Lo único que importa es si es lo suficientemente interesante y valioso como para captar tu atención, así que lo ves.
Por eso, muchas personas prefieren tener un salario fijo en lugar de comenzar un negocio, porque una vez que tienes un trabajo fijo, siempre que dediques ese tiempo a trabajar en él, independientemente de si tiene éxito o no, recibirás un salario. Pero en el mundo de los negocios, puedes trabajar día y noche y no obtener beneficios durante uno o dos años antes de que tu negocio finalmente empiece a generar dinero real.
2. La gente rica hace que su dinero trabaje duro para ellos; las personas pobres trabajan duro por su dinero.
Muchas personas intentan encontrar un trabajo bien remunerado y luego trabajan duro para ascender y obtener un salario más alto. Y si ese salario no es suficiente, podrían considerar trabajar horas extras para ganar más dinero. No hay nada de malo en esta mentalidad, pero simplemente no te convertirá en multimillonario, sin importar cuánto trabajes. Incluso si te pagan 100 dólares la hora, nunca te convertirás en multimillonario porque tu tiempo es limitado. Por otro lado, una persona con una mentalidad rica comprende que trabajar duro no es suficiente para volverse rico, y lo que necesitas es que alguien más te ayude a ganar más dinero. ¿Adivina quién es esa otra persona? Tu dinero, por supuesto. A diferencia de las personas pobres, que ven el dinero como algo que pueden usar para comprar lo que quieren, las personas ricas tienen una perspectiva diferente del dinero. Ven el dinero como una semilla que se puede plantar para hacer más dinero. Sí, al principio todos tendrán que trabajar duro, pero para las personas ricas, esta es una situación temporal, mientras que para las personas pobres, es permanente. Las personas ricas comprenden que debes trabajar duro hasta que tu dinero trabaje lo suficiente como para ocupar tu lugar. Entienden que cuanto más trabaje tu dinero, menos tendrás que hacerlo tú.
3. La gente rica está constantemente aprendiendo y creciendo, mientras que las personas pobres piensan que ya lo saben todo.
Recuerdo haberle dado el libro «Padre Rico, Padre Pobre» a uno de mis amigos, quien casi siempre estaba sin dinero la mayor parte del tiempo. Después de leer el título, me lo devolvió y me dijo: «¿Crees que soy un niño? ¿Crees que no entiendo estas cosas simples? Vamos, es sentido común. Incluso el nombre del libro parece infantil. Dale a tu hermanito pequeño que lo lea». Eso es lo que hacen las personas con mentalidad pobre. Tienen esta mentalidad de que ya saben todo. Estoy seguro de que te has encontrado con este tipo de personas que piensan que ya lo saben todo. Incluso te aconsejarán y, en lugar de agradecértelo, comenzarán a discutir contigo y te harán lamentar haber iniciado la conversación con ellos. Por otro lado, una persona con una mentalidad rica comprende que, por mucho que trate de demostrar que sabe algo, no va a mejorar en algo. La única forma de mejorar en algo es aceptar que no se es bueno en ello y luego encontrar una manera de aprender o mejorar. Cuanto más discutes para demostrar que sabes algo que en realidad no sabes, más pareces un tonto. Por eso, las personas ricas constantemente se vuelven más ricas, porque siempre buscan formas de crecer. A diferencia de las personas pobres, que piensan que ya lo saben todo y nunca crecen durante el resto de sus vidas.
Estas son algunas de las diferencias en la mentalidad entre las personas ricas y las personas pobres. Por supuesto, hay muchas más, incluso más de las que se mencionan en este libro. Pero todo se reduce a la misma idea: las personas ricas simplemente tienen una mentalidad diferente, y para convertirte en una de ellas, primero debes cambiar tu mentalidad.
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